3.25.2009

Máxima Densidad

Raúl Velázquez
Los temas elegidos para ambos semestres (máxima densidad, máxima dispersión) ponen en cuestión algunos mecanismos convencionales del diseño arquitectónico. Sea por su tamaño desusado o sea por su dispersión espacial, tanto en el primer semestre como en el segundo el Taller propone discutir el concepto clásico de "edificio" y sus límites.
Para el caso del segundo semestre, la dispersión del programa en un contexto más vasto diluye el concepto de edificio, ya que las acciones aparecerán fragmentadas, separadas fisicamente entre sí y donde ni siquiera pordrá hablarse de acción única.

En este primer semestre, el propio tamaño del objeto a proyectar es quien pone duda ese concepto clásico de edificio.

El tema de la máxima densidad ha sido preocupación de varios estudios de arquitectura en los últimos años: MVRdeV en su libro “FarMax, excursión a la densidad”. (far es con fot holandés) y OMA en “SMLXL” son los más conocidos. Los conceptos que definen las peculiaridades de estos proyectos de gran tamaño estan extraídos de este último libro, cuando habla del “bigness

Las cinco peculiaridades (o teoremas) que define Koolhaas para “bigness” son las siguientes:

1. Más allá de cierta masa crítica un edificio se convierte en un gran edificio, y ya no puede ser controlado por un simple gesto arquitectónico ni combinación de gestos arquitectónicos. Esto dispara la autonomía de las partes, pero no su fragmentación: estas partes continúan comprometidas con el todo.


2. El ascensor (y su familia de invenciones parecidas), con su potencialidad de establecer conexiones tanto mecánicas como arquitectónicas, convierte en nulos y sin efecto los repertorios clásicos de la arquitectura. Temas como composición, escala, proporción, detalle, son ahora discutibles. (En realidad todo está a “un viaje en ascensor” de distancia.)


3. En bigness la distancia entre el núcleo y la envolvente ha aumentado hasta un punto en que la fachada ya no revela lo que pasa en el interior. La expectativa humanista de “honestidad” está condenada. Interior y exterior se han convertido en objetos separados. Uno negociando con la inestabilidad de las necesidades programáticas e iconográficas, y el otro convertido en agente de desinformación, ofreciendo a la ciudad la aparente estabilidad de un objeto. Bigness transforma la ciudad de una sumatoria de certezas en una acumulación de misterios. Lo que ves no es lo que es.



4. A través solo de su tamaño, estos edificios entran en un dominio amoral, más allá del bien y del mal. Su impacto es independiente de su calidad.



5. Todos estos cortes –con la escala, con la composición arquitectónica, con la tradición, con la transparencia, con la ética- suponen, finalmente, el corte más radical: bigness ya no es más parte de ningún contexto urbano. El existe. A lo sumo, coexiste.



El desafío del semestre será, más que proyectar un edificio por más grande que este sea, proponer un procedimiento que nos permita manejar esta complejidad y esta escala, aceptando incluso la imposibilidad de un control total del proyecto.

Se tratará, entonces, sobre todo de "la asignación de instrucciones y reglas operativas al mecanismo generador del proyecto", ya que se entiende que "proyectar" es, ante todo, construir un procedimiento, y en la definición de este último consistirá -basicamente- el curso.

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